Arderá la memoria: ecos del pasado, ese fuego que nunca se apaga

por María Sol Sambugnach

Así como el fuego consume todo a su paso, las páginas de Mora arden con la intensidad de aquellos recuerdos que se niegan a ser olvidados. Cada palabra es una chispa que enciende la verdad, iluminando los rincones más oscuros de nuestra historia. De esas cenizas, las del pasado, la autora resucita historias con una fuerza renovada, recordándonos que la memoria nunca muere, manteniendo viva la llama de aquellos que lucharon por la justicia.

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Los cuentos de Arderá la memoria duelen porque son un recorrido por algunas de las tragedias que colecciona Argentina: dictadura, desaparecidos, la masacre de Avellaneda o la tragedia de Once. No sólo encontramos la mirada de las víctimas, sino también de los victimarios, desde su humanidad. Sus personajes son humanos, sujetos históricos aún contra su voluntad.

 

Torturadores que se enamoran y sueñan con una vida tan perversa como feliz, víctimas que persiguen a sus victimarios en los sueños y en la vigilia, los que quisieron construir una vida después del genocidio y no pudieron… Madres, abuelas, hijas e hijos, hermanos, nietas, tíos y tías, personajes que han naturalizado que la historia (esa, la de la memoria) se haya sentado a la mesa familiar o se haya robado a alguno de sus miembros para dejar a las familias mutiladas, conviviendo con el dolor.​

Este libro nos invita a reivindicar la necesidad de no olvidar aquello que habita en nosotros: nuestra historia, la infancia, el horror, la esperanza, la satisfacción de recuperar lo perdido. Los personajes viven enfrentándose a una vida difícil. Algunos podrán hacerse cargo de su destino con dignidad, otros se harán ecos del horror, pero todos pagarán las consecuencias.

 

No sólo es un testimonio de la resistencia y la valentía, sino también un llamado a mantener viva la memoria colectiva. Es un recordatorio de que, a través de la memoria, podemos encontrar la fuerza para construir un futuro un poco más justo y esperanzador.