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Formación docente, formación lectora:
¿Cómo leemos en el 39?

 

En busca de lo cuantitativo


En el Taller de Literatura y Periodismo le dedicamos muchas clases a analizar los cambios en los hábitos de lectura en tiempos contemporáneos. Hablamos sobre cómo la revolución digital impactó de manera decisiva en todos los aspectos de la sociedad y la cultura, inclusive en la forma de leer y relacionarnos con los libros. El tema es fundamental para nuestra práctica docente, pero también para entender un poco más como funciona hoy la producción, circulación y consumo de bienes culturales. Y fue así que quisimos dar un paso más allá: no solo leer bibliografía y escribir ensayos sobre los grandes cambios en el campo de la literatura y la prensa contemporánea, sino también iniciar un proceso de investigación colectiva sobre cómo lee la comunidad del Instituto Superior de Formación Docente N° 39 de Vicente López.


Fue así cómo diseñamos una brevísima encuesta con cinco preguntas. En esta primera experiencia, nos enfocamos en la población estudiantil del Instituto, a quienes interpelamos con el siguiente cuestionario:


1- ¿La lectura es un hábito cotidiano en tu vida?
2- ¿Leés por placer o principalmente por estudio?
3- ¿Qué formato de lectura preferís cuando se trata de leer libros?
4- ¿Cuánto tiempo le dedicás a la lectura semanalmente? 
5- ¿Cómo creés que comenzó tu gusto por la lectura? 

La encuesta se llevó adelante en dos semanas de septiembre. Entrevistamos a 61 personas: en línea, por medio de un formulario de Google Forms; de forma presencial, en la puerta, los pasillos y el patio de nuestro Instituto, con herramientas tan fieles como analógicas: sonrisas, papel y lapicera.


Todos los entrevistados fueron estudiantes de distintos profesorados del Instituto. El grupo fue seleccionado porque se encuentra en un momento crucial de formación académica y personal, en el que la lectura desempeña un papel esencial, tanto como herramienta de aprendizaje como de entretenimiento.


Creemos que el estudio puede colaborar con una reflexión sobre las tendencias actuales de lectura entre los estudiantes. Las instituciones educativas y las bibliotecas pueden beneficiarse de este análisis al conocer las preferencias y necesidades de los estudiantes; los lectores de Amateurs pueden asomarse a las modalidades y experiencias lectoras de la comunidad del 39 y reflexionar acerca  de los hábitos, recorridos e hitos de su propia historia como lectores.

Algunos datos para pensar...

Este estudio revela una transformación significativa en los hábitos de lectura entre los jóvenes estudiantes del ISFD N°39. La lectura sigue ocupando un lugar importante en la vida académica y personal de esta minúscula muestra poblacional. Los resultados indican una clara tendencia  y preferencia por los libros  y el material de estudio en formato físico: un 82,5% prefiere la contundencia del papel a la virtualidad de los archivos digitales, mientras que el 17,5% de los estudiantes prefieren el formato digital. 


Detectamos que existe una percepción de que los libros físicos brindan una experiencia más tangible y duradera, lo cual resulta funcional para ciertos tipos de lectura, particularmente en contextos académicos. Muchos estudiantes escogen los libros impresos para estudiar o prepararse para exámenes, dado que consideran que la lectura en papel facilita una mayor retención de la información y la comprensión a largo plazo. Esta diferencia entre lo digital y lo físico sugiere que, aunque el formato digital ha ganado terreno, los libros impresos perduran  notablemente en la formación docente y continúan desempeñando un rol complementario en el ecosistema contemporáneo de la lectura.

Por otro lado, los resultados muestran que ningún estudiante dedica menos de una hora a la lectura. El 49,9% de los estudiantes leen entre 1 y 3 horas semanales, el 27,9% dedican entre 3 y cinco horas y el 23% más de 5 horas. 

La última pregunta es casi la más trascendente para quienes nos estamos formando como docentes. Nos acercamos a los estudiantes para saber cómo creían que empezó su gusto por la lectura. Un 32% respondió que gracias al entorno familiar y un 14% a causa de la escuela. Una minúscula parte de la muestra contestó que descubrió la lectura debido al contacto con un autor o artista o a lo largo de su formación docente.

Los datos nos interpelan: si tantos estudiantes se formaron como lectores en su hogar o en la escuela, eso significa que tenemos una gran responsabilidad como profesores en las aulas, en los pasillos, en las bibliotecas, en los recreos. Nuestra intervención puede encender la chispa de la lectura y el amor por los libros entre quienes viven en entornos donde esos hábitos no se construyen. Podemos abrir el mundo de la cultura letrada y posibilitar así la apropiación de todo un universo de experiencias, aventuras, desafíos y saberes. 

SOBRE LA AUTORA

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Sonia Lugo

Nació el 25 de agosto de 1974 en Lomas de Zamora, ciudad que siempre ha tenido un lugar especial en su corazón. Su acercamiento a la lectura y la escritura comenzó durante sus años de secundaria, cuando descubrió el Mío Cid, obra que la cautivó. Supo entonces que la lectura y la escritura serían una parte fundamental de su vida. Los libros se convirtieron en sus compañeros inseparables. Siguió explorando géneros y autores y, con el tiempo, también se animó a escribir sus propias historias. Considera que la lectura no sólo le ofreció un escape, sino que también le enseñó a ver el mundo desde diferentes perspectivas y a valorar el poder de las palabras. Siempre estará agradecida por aquel primer encuentro con el Cid, que encendió la chispa de su amor por las letras.

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