La crisis de la literatura en la era tecnológica:
¿amenaza u oportunidad?
por María Sol Sambugnach
La literatura, a lo largo de la historia, ha sido una fuente inagotable de conocimiento, imaginación y reflexión. Sin embargo, en los últimos años, se encuentra en un estado de "crisis", provocado por la irrupción de la tecnología y los algoritmos. Si bien los mismos han facilitado el acceso a la información, también han generado un impacto profundo en la producción y distribución de obras literarias. Bajo este escenario, la literatura se ve amenazada por la concentración de atención en un número reducido de libros, la homogeneización de los contenidos y la dificultad para llegar a nuevas audiencias. Con el surgimiento de plataformas digitales y algoritmos de recomendación, se ha generado una mayor visibilidad y promoción de ciertas obras literarias, mientras que otras quedan relegadas, ya que suelen priorizar las más populares y comerciales.
En el siguiente ensayo trataremos de acercarnos, en un sentido más amplio, al porqué se puede hablar de una crisis en la literatura y qué consecuencias tiene la misma para la enseñanza en el aula. En sintonía con la hipótesis de Vanoli, en El amor por la literatura en tiempos de algoritmos: "comprender los modos en que las condiciones de producción, circulación y recepción de la literatura atraviesan una metamorfosis en nuestra contemporaneidad acelerada y dominada por lógicas del procesamiento algorítmico de los datos" (2019, p. 4) y cómo estas condiciones influyen en los ámbitos cotidianos, especialmente en el escolar. ¿Es una amenaza o una oportunidad?
Encrucijada digital
Pasamos de tener un libro con hojas de papel en la mano a uno electrónico el cual podemos leer desde cualquier dispositivo. De producirse en imprentas, a escribirse en Word, guardarse en PDF y subirse a la nube. Con herramientas como los audiolibros o la posibilidad de acceder a resúmenes en cuestión de minutos, preferimos sintetizar en vez de cultivar nuestras propias conclusiones. La inmediatez se fue apoderando de la cultura del pensamiento, de la reflexión, y es en esta inmediatez donde se mueve el mundo contemporáneo. En palabras de Montaldo, "la corta duración es el espacio en donde la obsolescencia tiene lugar; en donde se desintegran los sentidos, aquello que nos sumerge inevitablemente en un eterno presente" (2017, p. 3).
Los medios digitales se han convertido en una presencia constante en la vida de las personas, especialmente de los jóvenes, lo que plantea importantes interrogantes acerca de cómo afectan estos medios a la lectura y a las prácticas de las mismas.
La relevancia de este tema deriva en la necesidad de comprender cómo los medios digitales están transformando la cultura literaria tradicional y las formas de relacionarse con la lectura de los jóvenes, lo que pone en tela de juicio el desarrollo académico como así también evidenciando una crisis en la enseñanza literaria, dentro de las aulas ¿Pero es esto realmente cierto? Existe una preocupación por la conservación del patrimonio escrito, por una abundancia de libros e insuficiencia de lectores, pero basándonos en esta premisa ¿Internet cambiaría el modo en que se lee? Según Montaldo "la tradicional imagen de la mesa de luz con pilas de libros acumulados, que no se tiene tiempo de leer, sigue asomando como justificación o excusa cada vez que hay que confesar que no leíamos tal libro" (2017, p. 7). ¿No podemos pensar en nuevas formas de lectura?
La relación de las nuevas tecnologías con la literatura se da también en el campo de la creatividad. La literatura siempre ha experimentado diversos modos de creación, como también lo hace la que fue creada a través de instrumentos cibernéticos, que da como resultado una amplia variedad de formas literarias, que responden a esa búsqueda de nuevos caminos, un nuevo arte narrativo. Gracias al apoyo tecnológico, la literatura alcanza posibilidades de almacenamiento activo, de búsqueda, de análisis e interpretación como quizás no había tenido antes. El beneficio de acceder a los libros de manera digital (y en ocasiones gratuita), debería ser la causa principal de aceptación por parte de aquellos docentes que se rehúsan al avance tecnológico y social.
Esta "crisis" de la literatura que se plantea, quizás no tenga que ver con los modos en que leen los jóvenes actualmente, o con la idea de la pérdida del patrimonio escrito, sino con cómo les acercamos estas nuevas formas de lectura y escritura al aula. Gran parte del problema reside en las pocas herramientas, a nivel de formación en cultura digital, que tienen los docentes para asumir los alcances que este cambio de paradigma otorga en la formación educativa de los jóvenes. Montaldo hace referencia en que "como todo cambio terminológico, se trata, en realidad, de un cambio en las prácticas de investigación y de lectura y, por lo tanto, en la forma en que escribimos" (2017, p. 7), pero para que resulte efectivo, debemos dotarlo de herramientas que les permitan a los jóvenes desenvolverse en esta nueva era digital. Utilizar la tecnología como un espacio de experimentación, alimentando la creatividad, la participación, la autogestión como así también circuitos de difusión alternativos. Estamos ante un tiempo de "reacomodamiento", no se pretende atribuirle características negativas a lo viejo, como tampoco de "engrandecer" lo nuevo, sino analizar realidades y poner en valor lo que realmente es importante en este momento: prepararnos para los nuevos desafíos que se nos imponen, desde una mirada abierta y crítica.
Conclusión
Gracias a lo expuesto, estamos en condiciones de responder a la pregunta formulada en la introducción ¿Una amenaza o una oportunidad la crisis de la literatura en la era tecnológica? La llegada de la tecnología y los algoritmos ha planteado nuevos desafíos para la literatura, pero también ha generado nuevas oportunidades para su desarrollo y evolución. Esta crisis, en la era tecnológica, puede ser vista como una oportunidad para reinventar este arte milenario. Gracias a dispositivos electrónicos y plataformas digitales, las obras literarias están al alcance de millones de personas en el mundo, rompiendo con todas aquellas barreras que limitaban su difusión. La aparición de nuevas voces y perspectivas, enriquecen la diversidad y pluralidad de la literatura contemporánea. Estas herramientas pueden ser de gran ayuda en el proceso de escritura y producción literaria. Las redes sociales, blogs y plataformas de publicación en línea han permitido que los propios autores se conecten con sus lectores, construyendo comunidades literarias. Esta crisis puede ser vista como una oportunidad para adaptarse, innovar y encontrar nuevas formas de expresión. Creo fervientemente que siempre habrá un espacio para la literatura en la sociedad y que es responsabilidad de los amantes de la palabra escrita, aprovechar las herramientas que la tecnología ofrece.
Bibliografía
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Montaldo, G. (2017). Ecología crítica contemporánea. Cuadernos de Literatura, 21 (41).
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Vanoli, H. (2019). El amor por la literatura en tiempos de algoritmos. Siglo XXI.
SOBRE LA AUTORA
